14 Del mismo modo, también el Señor ha ordenado que los que
predican el Evangelio vivan del Evangelio.
15 Mas yo, de ninguno de esos derechos he hecho uso. Y no escribo
esto para que se haga así conmigo. ¡Antes morir que...! Mi timbre de gloria
¡nadie lo eliminará!
16 Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es
más bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el
Evangelio!
17 Si lo hiciera por propia iniciativa, ciertamente tendría derecho a
una recompensa. Mas si lo hago forzado, es una misión que se me
ha
confiado.
18 Ahora bien, ¿cuál es mi recompensa? Predicar el Evangelio
entregándolo gratuitamente, renunciando al derecho que me confiere el
Evangelio.
19 Efectivamente, siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos
para ganar a los más que pueda.
20 Con los judíos me he hecho judío para ganar a los judíos; con los
que están bajo la Ley, como quien está bajo la Ley - aun sin estarlo - para
ganar a los que están bajo ella.
21 Con los que están sin ley, como quien está sin ley para ganar a los
que están sin ley, no estando yo sin ley de Dios sino bajo la ley de Cristo.